miércoles, 23 de mayo de 2012

Interrogantes

Esta semana, tengo que reconocerlo, me ha costado decidirme sobre qué escribir. Últimamente hay demasiados focos deslumbrando, muchas cosas en las que fijarse y que comentar. Si miras hacia Asia, siempre está China, sus relaciones con el resto del mundo, sus disidentes que reciben "becas" para estudiar en EE. UU. En África no faltan conflictos, revoluciones políticas o, por desgracia, crisis humanitarias sobre los que escribir algo más que unas líneas. Europa se está convirtiendo en una jaula de grillos. Y América... tengo que reconocer que la guerra comercial que se han declarado Argentina y Brasil me ha tentado mucho.

Sin embargo, finalmente, me decidido por comentar dos acontecimientos que vienen cargados de interrogantes.

En primer lugar, las elecciones egipcias. Un hecho histórico sin dudas: las primeras elecciones democráticas tras las revueltas populares del pasado año. Las vicisitudes del proceso que han llevado a ellas -el gobierno militar y su hoja de ruta; los intentos de gobiernos interinos; las nuevas manifestaciones; los nombres que se barajaron para presidencia del país; la purga de candidatos...-  merecerían una entrada propia y quizás la tengan en un futuro. Hoy sólo quiero poner sobre la mesa algunas cuestiones que me parecen clave en estas elecciones: 

  • La transparencia. Egipto es una verdadera prueba de fuego para medir la intensidad de los cambios democráticos traídos por la llamada Primavera Árabe. Todo el mundo está observando el proceso y pendiente de su transparencia -hay unos 9.700 observadores electorales. 
  • ¿Cómo se comportará el Ejército? ¿Entregará el poder? Es una cuestión que guarda bastante relación con la anterior. El Ejército egipcio ha mandado en el país desde la caída de Mubarak y se ha llamado así mismo el garante de la Revolución. Si no cumpliese con su palabra, o si hubiera sospechas de manipulación en las elecciones, podría desencadenarse una nueva ola de protestas multitudinarias que no beneficiarían nada al país. En el peor de los escenarios, incluso podría reproducirse una situación similar a la de Siria.
  • La tercera pregunta, ¿cómo afectará a la región los resultados de las elecciones? Imagino que al vecino Israel no le agradará mucho un escenario en el que los Hermanos Musulmanes se hagan con el poder en Egipto -como, de hecho, parece que va a pasar-. 
Habrá que tener un poco de paciencia y ver qué pasa.


El segundo acontecimiento que quería comentar me devuelve a Europa, aunque pasando brevemente por Chicago, donde esta semana se ha reunido la OTAN para tratar temas como el calendario del repliegue de las tropas destinadas en Afganistán, aunque en la práctica parece que, más que cualquier otra cosa, el trending topic de esta cumbre ha sido la situación que atraviesa la UE.

Esta noche se celebra una cumbre informal de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión. Si bien no se espera que se lleguen a grandes acuerdos en los principales temas que hay ahora mismo sobre la mesa -eurobonos, pacto de estabilidad, intervención del BCE- esta reunión promete ser interesante por varios motivos. En primer lugar, es el estreno del nuevo presidente francés en Bruselas y, después de firmar una buena actuación en la cumbre de la OTAN -se mantuvo en su postura de retirar anticipadamente las tropas francesas de Afganistán y, aún así, Obama no se lo ha tomado muy mal-, habrá que ver qué tal lo hace jugando en casa. ¿Se convertirá Hollande en el rival que le dispute a Merkel el poder casi supremo que ha ostentado en Europa desde el inicio de la crisis? Esta pregunta me lleva a otra, si se rompe el eje Berlín-París, ¿tendrán voz el resto de los socios y la recuperarán las instituciones europeas? Pero la gran incertidumbre, el gran interrogante al que me gustaría -aunque lo dudo mucho- que esta cumbre informal diese respuesta es si Italia y España -sus respectivos gobiernos- van a ser capaces de vislumbrar la oportunidad que una posible desunión entre Francia y Alemania les ofrece. ¿Se mantendrán en la posición de pegarse cuchilladas o serán capaces de aliarse para aprovechar la situación y recuperar algo del peso perdido (si es que lo tuvieron)? La invitación, aunque tardía, de Monti a Rajoy a la llamada Cumbre del Crecimiento me hace albergar algunas esperanzas en ese sentido. Aunque, como ya he dicho en el caso de Egipto, habrá que tener un poco de paciencia y ver qué pasa.

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