Hace tiempo que quería comenzar un blog en el que exponer mi visión de las relaciones internacionales, pero por diversas razones aún no me había puesto a ello. Y no es que hubieran faltado ocasiones y motivos para iniciarlo (desde enero cada noticia relacionada con las protestas en el mundo árabe me llamaban a ello). Pero el notición con el que me he encontrado al despertarme esta mañana ha terminado por decidirme: "Osama bin Laden ha muerto".
El hombre que trágicamente puso fin al siglo XX y que con sus acciones y discursos ha provocado una buena parte de los acontecimientos que han marcado la primera década de este tercer milenio ahora está muerto. Lógicamente, se abren ante nosotros un sinfín de interrogantes como, por ejemplo, si Al-Qaida ha sufrido una herida mortal o si bien, como la Hydra, ahora que ha sido decapitada se volverá más peligrosa. ¿Abrirán este hecho y las revueltas pro-democracia en los países árabes una nueva etapa en las relaciones entre Occidente, y en especial los EE.UU., y esta región? ¿Qué rumbo tomará ahora la llamada Guerra contra el Terror? Etc.
Obviamente, es demasiado pronto para intentar responder a estas preguntas. Sin embargo, no creo que sea demasiado osado aventurar que la popularidad del presidente Obama va a subir como la espuma y que acaba de ganarse su reelección. Igualmente, aunque espero equivocarme en esta cuestión, tampoco creo que sea muy descabellado pensar que los grupos extremistas islámicos intentarán llevar a cabo alguna acción que, a la par de para vengar la caída de su líder, sirva para demostrar que aún sin la guía de Bin Laden siguen siendo capaces de golpear duro y de infundir temor. Por ello tampoco sería ilógico pensar que, a pesar de la muerte de Osama, en las próximas semanas el nivel de alerta ante la amenaza terrorista se elevará de nuevo tanto en EE. UU. como en sus aliados.
En fin, como primera entrada de este blog creo que es suficiente. Espero que a partir de hoy éste se convierta en un espacio en el que poder compartir con todos mi visión del mundo y de la política internacional. Un espacio abierto al debate y al diálogo que espero guste o, al menos, llame la atención de quien lo lea y que despierte el interés por lo que aún sucediendo lejos de nuestras casas, casi siempre acaba, de un modo u otro, repercutiendo en nosotros.
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